martes, 18 de septiembre de 2012

Entre sol y luna

Este escrito se lo dedico a Marc, a mi nieto. Al que quiero con todo mi corazón. ¡Le quiero tanto que hasta mi cuerpo se emborrona de dolor! A parte de esto quiero que sepa, que me gustaría ser el poeta de sus oídos, el remedio de su dolor,  el ángel que guia su camino y el balsámico de su corazón para que éste no sufra nunca.

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