lunes, 3 de junio de 2013

Luz y oscuridad

Hola a mis tres seres queridos; espero que nada ni nadie os haya alterado el descanso de vuestra alma. Este mes para la familia Macías - González, tiene recuerdos buenos y malos. Por ejemplo hoy  primer domingo de junio, se cumplen cuatro décadas y siete años. O lo que es lo mismo cuarenta y siete que dejamos de disfrutar de la presencia de nuestro querido Manolo. Imagínate lo que Dios nos tenía reservado. Esa noche tú mi madre, él propio Manolo, él Antonio con su mujer  e hija, Paulino, José y yo, estábamos reunidos, los únicos que no estaban era la Concha, Joselillo y sus niños.
  
UN ramo de rosa para mis tres seres queridos


El objetivo de la reunión, aparte de merendar y tomar un refresco, con la familia era que tú tenías en mente. Un proyecto del cual necesitabas de tus dos hijos mayores. Pero por desgracia Dios, a la misma hora que tú, le daba un cambio a nuestras vidas.  Una vez aclarada tu idea para el verano, que no era otra que la de comprar una furgoneta con diez o doce plaza para ir los domingos a la playa. De ahí la necesidad de la reunión y de tus dos hijos mayores. Una vez dicha tu propuesta, todos marchamos felices y contentos para nuestra casa. Vosotros para la vuestra,  Antonio con su familia para la suya. Y yo a mi lugar de trabajo pues en ese momento, era donde yo vivía. Recuerdo que el trato era que tus dos hijos mayores fuesen los conductores. ¡Un domingo cada uno!

  
Hay caminos que llegan a Roma y otros al Paraíso 
Pero esa noche entre las doce y la una, tu proyecto se fue al infinito y el día cinco del sesenta y siete se convirtió en oscuridad para todos nosotros. Marcándonos el principio de una vida diferente de la que  teníamos. 
Hasta el cinco de ese mismo mes.
Bien,  como he dicho antes, este mes tiene malo y bueno. Para mí lo malo es evidente y lo bueno, que el trece tú celebrabas tu Santo físicamente. Ahora no estás, pero yo mentalmente te recuerdo y lo hago. Así que padre por ser quien eres, nada más y nada menos que mi padre, en nombre de tus hijos, nietos y de todos los que te queremos desde este lado de la vida. ¡Muchas felicidades! 
Y al igual que el cinco y el trece de junio, tengo recuerdos especiales, también los tengo del diez de octubre y del uno de diciembre. Por mi madre y por ti.
¡Son fechas difíciles de olvidar!

Este bonito paisaje y el de los arboles, es un regalo de mi amigo Ángel

Cuando voy a visitaros, mi mente solo ve oscuridad. En este momento mis ojos ven lo que muestra la foto. Ojalá que los vuestros vean lo mismo que los mios.