Por fin llego el veintiuno de diciembre, el día más corto del año y en mi tierra, el día pestiñero. El 22, el día de la ilusión. Sorteo de La lotería nacional. El 23, el nacimiento de Núria. El 24, noche buena y el 25 Navidad, 28, Día de los Santos inocentes. Este día, Valle Macías a las siete de la tarde, marché de la clínica, Arnau de Vilanova, con Núria muy tapadita, entre mis brazos. Era tarde noche y había tanta niebla como la que terminamos de pasar. Mi primer pensamiento fue hoy es día de los Santos Inocentes, pero no, lo que yo tengo en mis brazos, no es ninguna inocentada. Es niña y por nombre tiene Núria.
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| Que la vida os de tanto cariño, como estrella tiene el cielo |
La niña crece, se hace mayor, con tres años y nueve meses comenzó su etapa escolar. Parvulario, primaria, secundaria, bachillerato y a Dios gracias, con ilusión, esfuerzo y voluntad, el noventa y dos terminó lo que yo siempre anhelaba. Su carrera universitaria. Supongo que Dios, el destino y su fuerza de voluptad así lo quiso.
Así que mi anhelo y mi ilusión, se cumplió. La niña llamada Núria es la madre de Marc. Y el diecinueve de marzo sí Dios quiere, conjuntamente con su abuelo, cumplirá los dieciocho años.
¡Bonito regalo para un abuelo! Los años, corren más que vuelan y la vida es un abrir y cerrar de ojos.
