martes, 22 de mayo de 2012

Ja tením aquí al nadó més esperat

                                                                       
Enhorabona!
 Pares Ja sóc aquí. Espero que cuideu el meu somni com si fossiu angelets.
                          Que jo cuidaré la vostra son com un dimoniet. 
El vostre fill

jueves, 10 de mayo de 2012

Inquietudes artísticas

















Hola Carlos: el encuentro que tuve contigo y con los chicos en la sala Marsal, fue divertido y amenos.
La verdad es que salí con la adrenalina por los cielos. A parte de esto descubrí que eres una persona estupenda. Aunque esto yo lo había intuido el día que te vi por televisión hablando de tus inquietudes artísticas. Desde entonces te tengo un aprecio especial.Y el día cuatro de abril,mi aprecio se convierte en cariño.
Y con cariño te dedico estas sencillas historias, cuyo único valor es la lucha por la superación de la persona que las escribió.
Valle Macias

miércoles, 9 de mayo de 2012

Barcelona París primera parte






















Marc: la mayoría de los niños tienen actitudes curiosas y tú eres uno de ellos. Así que en este escrito intentaré explicarte parte del viaje  Barcelona - París. El más importante de mi vida. Recuerdo que un mes antes de tu nacimiento yo ya tenía mi billete preparado. Un billete  para el día veinte de marzo. Ya que tu nacimiento estaba previsto para final de mes. Pero a veces el hombre propone y Dios dispone y lo que en su momento yo propuse no salió bien, seguramente que tú fuistes el que decidió de nacer antes de lo previsto. Y esto hizo que yo te conociera un poco  más tarde de lo esperado. ¡Pero, como tú dices! La vida es la vida, hay lo que hay, todo llega, todo pasa y trece años después aquí me tienes para contar lo que mi memoria alcance. La historia comienza el sábado veinte de marzo. La mañana la dediqué a la organización de la casa, pues estaba previsto pasar cinco semanas fuera de la misma. Hecho esto fui a la peluquería, a la vuelta, comimos, recogimos todo y a las cuatro, más o menos, marchamos para Barcelona, acompañados por el tito José.
Una vez en la Capital Condal nos fuimos directamente a la estación de Francia pues de allí a las veintiuna horas salía el tren que me llevaría a París. Un vez que el tren estuvo en la vía correspondiente subimos las maleta después de una previa información de las azafatas. Nos informaron de la distribución del departamento ya que al viajar de noche los vagones del tren eran de departamentos compartidos, así que el viaje lo hice con tres personas más, las cuales todas éramos mujeres, pues si no se trataba de familia, hombres y mujeres no podían viajar juntos. Suerte que las tres viajeras iban ligeras de equipaje y yo por decisión de ellas ocupé la parte de las cuatro.
Una vez instalados los pasajeros, vino el revisor, recogió los billetes y nos dijo que por la mañana los devolvería y que más tarde vendría para montar las literas.

Entre el momento de la explicación y el de preparar las camas, las cuatro pasajeras nos mantuvimos en silencio total. Llegado el momento el revisor hizo su trabajo y las cuatro mujeres nos pusimos el pijama y nos metimos en la cama, digo nos pusimos en la cama porque dormir nada, de nada. La noche me pareció larga, que el tren corría a paso de tortuga y que mi destino, cada vez se alejaba más.
Así que la noche del veinte al veintiuno se me hizo interminable, aunque no tanto como la del dieciocho, al diecinueve. La noche que tu madre pasó en la clínica con dolor y sufrimiento. Lo mío eran nervios, nervios por las ganas que tenía de veros a los dos.


miércoles, 2 de mayo de 2012

Barcelona París segunda parte

Sentimientos de culpabilidad. ¿Y porqué yo tenía sentimientos de culpa? Pues porque Paulino tubo que esperar dos semanas más para conocerte.
¡Así que yo tuve más suerte que él!
Por fin el revisor anunció próxima parada:
"Gare d'Austerlitz" final del trayecto.
Cuando el tren para, yo ya tenia las maletas preparadas, miro por la ventana y allí estaban los dos tu padre y papí, bajamos el equipaje lo cargamos en el coche, salimos de la estación y marchamos rumbo a no sé donde ya que no me conocía el paisaje.
Pregunto a tu padre si íbamos al hospital y  me dijo que primero teníamos que pasar por vuestra casa para recoger a mamie. Yo me habría ido directamente a la clinica para conocerte cuanto ante y también para ver a tu madre. Pasamos por Perigny bajamos mi voluminoso equipaje, recogimos a mamie y los cuatro marchamos a ese lugar del que yo tenia tantas ganas de llegar. Por fin llegó el momento de conocerte, de ver tu cara y como no también de ver a tu madre. Tú estabas en sus brazos tomando tu alimento. En tu cabecita tenias un gorro blanco y patines a juegos, dos piezas muy necesarias en los recién nacidos. Sobretodo en los hospitales, pues hay que prever los posibles enfriamientos.
Nunca olvidaré tu cara, tus ojos negros y brillantes. En tu menudo cuerpo. ¡Un cuerpo que con los cuidados de los mayores te iras haciendo grande. Y como tú dices todo llego y todo pasa. Has crecido la ropa que tenias puesta el día que te conocí, ni en el dedo meñique te cabria.
Hoy por hoy el único que te supera en altura es tu padre, los demás a tu lado somos pequeños, pequeños. ¡Pero eso es lo que toca!
Un beso de tus abuelos.