domingo, 28 de febrero de 2010

Ayuda Señor

Querido Señor. O, mejor dicho, querido Dios, ya que de señor lo puede ser cualquiera, siempre y cuando tenga un buen comportamiento. En cambio, con un nombre como el tuyo, sólo existe uno. Bien, en este momento, mi preocupación se ha incrementado por la sencilla razón en cuanto a lo que te pedí. ¡Pues todo continúa igual! No sé en qué forma me tengo que dirigir a ti para que mi petición sea escuchada y des protección a esta persona tan importante para mí. Es por este motivo que siento la necesidad de dirigirme otra vez a ti, para que le eches un cable, para que pueda mantenerse a flote en esta sociedad tan injusta.

A mí me gustaría que a partir de este momento, tuvieses una mayor comprensión para con él, pues buena falta le hace. Y aunque no te haya dicho de quién se trata tú y yo conocemos su identidad, pues te lo he comunicado en otras ocasiones. ¡Algo innecesario! Ya que a ti, por ser quien eres, no hace falta darte nombre. No te canso más, pues sé que tienes mucho trabajo en arreglar el mundo. Tàrrega diez de mayo 1994
Texto, del libro historias de cada día.

domingo, 21 de febrero de 2010

Alma tranquila

En un día como hoy, mi alma está fría; mi cuerpo, tembloroso, mi mente, ausente y
mi corazón lleno de dolor por todos los que fueron parte de mi vida,
y
fue la misma vida la que me separó de ellos.

Hoy somos unos cuantos menos en el lado de la vida y algunos más en este mundo que desconocemos, el cual será un lugar maravilloso, un lugar de estos que no podemos abandonar,
pues todos los que se fueron no han regresado jamás.
Yo,
desde este lado que sí conozco pero que al mismo tiempo desconozco, pido un eterno descanso para todos los que fueron parte de mi vida.
Y
ellos, desde aquel lugar, que nos den fuerza para caminar
y
seguir adelante.

Tàrrega uno de noviembre de mil novecientos noventa y seis.
Este escrito está sacado del libro "Historias de cada días"

Fuerza y voluntad


Del corazón flora la ilusión, del alma la decepción, de la mente el bloqueo, del silencio la paz
y
la calma,
de lo que vemos pena y tristeza, de lo que oímos intranquilidad sin futuro.
La persistencia es el triunfo de tu fuerza.

Deja que tus pensamientos vuelen y que aterricen
donde más les convienen.
La vida no es para imponerla, sino para quererla tal como se presenta.

Si te vibra el corazón, es por la alegría de una ilusión.

domingo, 14 de febrero de 2010

¿Qué títolo le pondría al libro de mis sueños?







Al final ese libro se hizo realidad cuyo título es el de “historias de cada día”
¿Y porqué este pequeño cambio?
Pues por qué las historias del blog las comparto, gracias a este medio internauto y las del libro únicamente con aquellas que lo tienen. Así que tengo el gusto de compartir con todos vosotros, algunas de mis primeras historias. Sé que hay seguidores del blog, que tienen el libro. Así pues si hay seguidores que algunos de los escritos les resulta familiar, es que lo ha leído, en historias de cada día. ¡Algunos tiene fecha y título!

Estas son algunas de ellas.

Los pájaros vuelan por el aire, los cisnes nadan en los estanque, en la jungla está todos los animales salvajes. Y en los parques hay de todas clases; los buenos y los malos, los malos, están enjaulados para que no hagan daño a nadie. Los buenos andan sueltos para que todos podamos disfrutar de su belleza y por destacar alguno, diré que el pavo real es precioso, con su cola abierta. ¿Y en el mundo de los humanos? ¿Estamos todos los que tenemos que estar en un lado y en otro? ¡Pregunto!
















Mi encina y mi roble.

En verano, los árboles dan sombra y te protegen del calor. En invierno lloran porque no pueden calentarte. Mi padre, para mí representaba un roble; mi madre, una encina. Dos árboles fuertes y resistentes. ¡Parecían invencibles! Pero no, esto no es así. Mi roble y mi encina fueron vencidos, únicamente fue necesario que la manecilla del reloj llegase a un punto exacto para que los dos árboles fuertes, resistentes y de buena calidad cayeran en picado, pues no pudieron resistir la pérdida de una de sus cinco ramas. Ahora sólo hay cuatro, las cuales están pendientes de un hilo pues, al perder su tronco, no tienen a dónde agarrarse.
Yo espero que entre todos hagamos algo para recuperar lo que aún se pueda salvar. Pues qué duda cabe de que las cuatro ramas del tronco que aún están vivas tienen que permanecer unidas para que el roble y la encina puedan reposar tranquilos. Que únicamente Dios sea el causante de la separación.