Se suele decir que todos los caminos llegan a Roma.
Pero hay algunos que se les atraviesa un muro impidiendo el paso a los peregrinos.
¡En este caso a las peregrinas! Y no es porque van a Roma. Si no porque murieron en manos de sus maridos haciendo leña del árbol caído.
El 25 de noviembre en todo el mundo se celebra el día de la no violencia.
Y yo que soy persona oservadora, me parece que serán pocos los eventos a celebrar por coincidir con las elecciones catalanas. Pues lo político restará tiempo y dedicación a las reivindicaciones del maltrato machista que sufren niños y mujeres, con resultado de muerte.
Este año mujeres han sido cuarenta y tres, el pasado más de sesenta y los anteriores más de lo mismo. En cuanto a los niños, me gustaría decir que no hubo ninguno. Pero desgraciadamente no puedo por que sí los han habidos.
Ojalá el próximo año nuestros gritos de no. ¡Se conviertan en cánticos de aleluya! Pues la esperanza es lo ultimo que se pierde.
En cuanto al tema político, reconozco que mis ganas de votar están por los suelos, pues la persona que representa a mi partido me resulta ser un sucedáneo.
¡Pero no me queda otra! Y no me queda otra por qué me gusta votar, siempre lo he hecho y siempre creo que lo haré, es un derecho y una obligación. A sí que estoy dispuesta al sacrificio para no dañar mis principios de ciudadana de bien.
Aunque si pudiera mi voto lo pondría dentro de un sobre blanco, un sobre que no represente a ningún partido.
¡Pero bueno! Hoy mis políticos favoritos son mis padres, mi hermano, los niños, las mujeres muertas de este año, las del año pasado y todas las anteriores. Así que mi voto se lo dedico a ellas y a ellos, a mi familia por que en su época no tuvieron esta oportunidad, a los niños por que unas manos asesinas les impidieron llegar a mayor y a las mujeres por que sus maridos le segaron la vida. A sí que va por todos vosotros.
Árbol truncado y familia rota.