domingo, 18 de marzo de 2012

Barcelona París

Hola Marc: fíjate como pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando un veinte de julio del noventa y ocho, tus padres nos comunican que tú venias de camino. La noticia nos fue comunicada un lunes por la tarde, después de un viaje que Paulino y yo hicimos con tu madre. Ella unos días antes viajó a España y nos dijo que a su vuelta a París nosotros también iríamos con ella para pasar unos días de vacaciones en la Capital de la luz. Llegados al aeropuerto, estaba tu padre esperando la llegada de los tres pasajeros. Aunque aun no sabíamos nada: no se trataba de tres si no de cuatro.
Lo que no sé, al día de hoy, es si tu padre ya lo sabia o lo supo en el mismo momento que nosotros. Una vez recogido el equipaje y hacer los saludos reglamentarios, subimos al coche, nos fuimos a casa y antes de llegar tus padres hacen una parada, entran en una farmacia, compran algo y ese algo fue el comunicador de que dentro de nueve meses se convertirían en padres.
Una vez sabido la buena nueva, se dirigieron a nosotros y nos comunicaron que en marzo del noventa y nueve ellos serian padres y nosotros abuelos.
Ya te puedes imaginar el momento de la sorpresa. Una sorpresa envuelta en un cúmulo de emociones, alegría, sentimientos y miedo. Miedo por la distancia que había entre la casa de tus padres y de la nuestra, una distancia que nos privaría de ayudarla en los momentos de necesidad.
Afortunadamente tu madre, durante los nueve meses de embarazo, gracias a su trabajo de azafata, pudo viajar con frecuencia a España y nosotros disfrutar de la evolución de su embarazo.
Lo primero que hicimos, una vez pasadas las emociones, fue bajar a bajo, salir a la calle, buscar una cabina de teléfono y dar la noticia a una parte de mi familia. El resto y los amigos fueron informados a nuestro regreso. Esta primera etapa de tu vida, la pasamos mejor de lo que pensabamos. Gracias al buen embarazo de tu madre por tu buen comportamiento. Así que desde antes de nacer, ya eras un niño estupendo.

El tiempo pasa, naces y tú enriqueces nuestras vidas.

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