
Al terminar la fiesta gastronómica, en el patio de deportes hubo la actuación de un mago que con sus trucos nos hizo pasar un rato muy agradable, a partir de hay adiós curso dos mil siete dos mil ocho. Desde ese momento comenzaba dos mil ocho, dos mil nueve.
En la escuela a la que yo asisto también lo celebramos, pero con una merienda en el jardín del centro y fue amenizada con un piano. Había pan con tomate y jamón, obsequio del colegio, los alumnos los encargados de la bebida y el café, también alumnos de otras culturas portaron cosas típicas de su país.
Yo por primera vez desde que soy alumna de la escuela de adulto no he podido estar presente. También ocurrió en la despedida de Navidad. ¡Cosas del destino!
Yo por primera vez desde que soy alumna de la escuela de adulto no he podido estar presente. También ocurrió en la despedida de Navidad. ¡Cosas del destino!
Hasta septiembre: compañeros, compañeras, amigos y amigas.
Buen verano a todos.
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