La laboral lo doy por terminado. Ahora intentaré recordar algunas de las vivencias emocionales. En mis recuerdos las estoy viendo tal como iban sucediendo, pero escribirlas tal cual seguro que será imposible por que lo de la mente es intransferible.El primer festejo fue el casamiento del hijo pequeño, del matrimonio se celebro un lunes veintiuno de octubre del sesenta y tres en un pueblecito de Galícia. Y en recuerdo del acontecimiento recibí un regalo, un regalo que por cierto fue el corte de un abrigo. ¡En aquel tiempo la ropa no era pret porte! Todo lo hacían de corte y confección.
En el sesenta y cuatro, entre abril y junio hubo cuatro fechas que marcaron un antes y un después. En abril hubo una comunión, en junio los tres siguientes, un nacimiento, un bautizo y un fallecimiento, esto último con diecinueve días de diferencias, el nacimiento, el tres el fatal desenlace el veintidós del mismo mes Dios da vida a uno y se lleva al pequeño de los tres primeros. Esto sucede, en casa del hijo mayor del matrimonio, del que yo trabajaba.
Pero la vida continúa y el tiempo pasa, en junio del sesenta y siete la mala suerte entra en mi familia y mi hermano pequeño sufre un accidente mortal. En el sesenta y ocho yo me caso, nace mi hija y ante de que ella naciera muere mi padre, después de ocho meses de sufrimiento de esta enfermedad que hoy esta, tan de moda. Y continua la mala racha en casa de la familia de la que hoy estoy compartiendo estas vivencias, en esta ocasión fue la esposa del segundo hijo de la familia sufriendo un derramen cerebral. ¡Tenia treinta y nueve años!
Aparte de estas vivencias que destacan también sucedieron otras muchas más, pero me faltaría tiempo par redactarlas.
¡Aquí doy por terminada las vivencias efemérides!
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