sábado, 1 de diciembre de 2007

Una ilusión

Querida madre, esta noche he soñado contigo. No lo hago muy frecuentemente, sólo de vez en cuando, aunque cada día te recuerdo a ti a mi padre y a mi hermano. Os veo a los tres tal como erais en nuestro mundo, el cual cada día está más complicado en todo, pero esto no és necesario de que yo te lo diga. ¡Supongo que ahí lo deberéis de ver todo!

Bien madre este ha sido mi sueño: yo estaba acurrucada en el suelo era una casa de las que tenemos por nuestra tierra de origen, la casa tenía un patio grande, muy grande y en la parte alta había un corredor que daba al patio y la casa estaba llena de personas, de pronto he visto a mi hermano José, con ropa de pintor y no sé por qué lo he visto con esta ropa ya que su oficio és la de chófer. ¡Pero ya se sabe los sueños son así de raros!

Bueno, la cuestión és que yo le he seguido pero no le pude encontrar, el camino que cogió se convirtió en un laberinto y la verdad és que sentí miedo, di media vuelta y me volví. Fue entonces cuando alguien por detrás me encuentra acurrucada, me toca en el hombro, me doy la vuelta y allí estabas tú con tu cara arrugada, tu boca sin sus dientes y con tu moño de toda la vida, me das un beso, y me limpias una lágrima que tenía en mi ojo derecho con tu dedo gordo. Y me has dicho: “he comprado esta lotería para vosotros”

¡Estoy segura de que va a tocar!
No has dicho el número pero me has dado a entender que era el que yo estoy vendiendo si esto fuese verdad tú serías la mediadora para cumplir uno de mis sueños que es hacer feliz a alguien atraves de mi persona.

Aunqué en este momento lo verdadero y cierto és que por circunstancias de la vida. Yo estoy vendiendo números de la suerte y tengo tantos deseos y tantas ganas de que alguien conozca la ilusión y no diré la suerte porqué la suerte és tener salud, y gracias a Dios hoy somos ricos en este aspecto. Pero una ilusión no vendría nada mal y si és con tu ayuda desde ahí arriba mucho mejor. Sí este sueño que he tenido se cumple uno de tus hijos saldría de un buen apuro. Seguro que tú sabes de quien se trata, y creo que en todo el pueblo con este número sería la familia más agraciada.
¡Ojalá se cumplan nuestros deseos! Gracias por el sueño que me has regalado esta noche.
Cuando me he despertado aún tenía tu dedo pegado en mi cara y tus palabras en mis oídos diciéndome este número tocará y yo he comprado para todos vosotros.

Gracias de nuevo madre ¡Mis pensamientos siempre están con vosotros!

No hay comentarios: