viernes, 14 de septiembre de 2007

Paz

El veintidós de marzo del dos mil seis fue un día histórico. Cuando oí la noticia lloré de emoción, pues una noticia como esta no es para menos sino todo lo contrario.

¡Es una noticia de buen recibo! Aunque después de tantos años la noticia pareciera menos creíble que imposible, y me estoy refiriendo al proceso de Paz. Como he dicho antes ese día fue de emociones para la mayoría de los españoles.

Yo entre las dudas y las ganas que tenía de que llegasen a un acuerdo, y me imagino como todo el mundo, estaba comvencida de que llegarían a un acuerdo, pues la esperanza es lo último que se tiene que perder y aún teniendo todos los inconvenientes creí que algún día nos podríamos ir a la cama tranquilos, sin tener que pensar ¿Cuál será la mala noticia de mañana?
Yo personalmente siempre tuve la ilusión de que nuestros mandatarios se juntarían en algo tan importante, algo que deseamos todos los españoles.
Pero llegó el treinta de diciembre y todas las esperanzas quedaron enterradas en el aeropuerto de Barajas. Después llego el cinco de junio y ya no lloras de ilusión, sino de rabia porque volvemos al pasado y los quince meses de tranquilidad se han convertido en un sueño imposible de realizar.
Por supuesto que éramos conscientes de las dificultades y de las trabas que el gobierno tenía porque los que creen tener la razón no cederían en nada ya que piensan que son los únicos que pueden poner condiciones.
Pero aún y así la mayoría creíamos que nuestro gobierno con la ayuda de los demás lo iban a conseguir, pero desgraciadamente las cosas han cambiado y la situación aún esta mucho más complicada. ¡Lo veo muy difícil! No sé qué puede suceder apartir de ahora.

En su momento, según los expertos en asuntos de terrorismo, pensaba que aunque fuese difícil: la tregua tendría un final satisfactorio. También partían de la teoría que muchos de los presentes no llegaríamos a ver los resultados sobre todo si eran buenos por su larga negociación.

Nos daríamos por satisfechos que en un futuro sean nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, los que consigan algo que muchos de los presentes no podremos conseguir.

Un día en un medio de comunicación oí decir que todos lo días son hermosos y para mí marzo del dos mil seis fue muy hermoso ya que cuando escuché el comunicado mi corazón palpitó de felicidad por lo que terminaba de oír. Hoy me pregunto ¿Será posible conseguir la Paz y tener un día hermoso de verdad?

Creo que la guerra de Irak siempre nos hará sombra porque sus imágenes las tenemos constantemente en pantalla de televisión y nos recuerda que la guerra fue lo peor que pudo pasar. Pues ya han pasado más de tres años y las cosas están peor de lo que estaban antes que comenzara la guerra a pesar de las manifestaciones para detener una guerra injusta.
¡Este fue el precedente del once de marzo!
Un once de marzo difícil de olvidar.

2 comentarios:

v.m.r dijo...

hola tita,
Supongo que por lo de "tita" ya sabes quién soy; si aún no, te diré que soy tu homónima de nombre y apellido.
Realmente me ha gustado mucho este blog, aunque no me sorprende, puesto que después de escribir un fantástico libro, el campo informático no es más que otro de los medios de comunicación para llegar todavía a más personas, sé que ya lo estás llevando a cabo y sé que continuarás haciéndolo.
Un abrazo y un beso.
Tu sobrina

Maria del Valle dijo...

Hola sobria, con mi nombre y apellido.

Igual que con la noticia del mi ultima publicación he llorado con tu comentario. francamente me han encantado tus alagos.

Gracias sobrina y te de vuelvo los abrazos tu tia