Que lejos

queda ese cinco de junio del sesenta y siete. Lejos y cerca ya que tengo la sensación de que tú y yo caminamos muy juntos por la vida, y esto me ayuda a caminar con firmeza y seguridad.
Yo creo que los tres espíritus que revolearán por ahí arriba, han hecho un pacto con el divino Poderoso, para que me echen una mano y a puesto a mi disposición tu fuerza y tu juventud para que yo pueda mantener mi equilibrio erguido.

¡Mi equilibrio, físico! Ya que mi cuerpo a diferencia del tuyo se le están a cumulando los años y aveces no entiendo de donde salen mis fuerzas. Pues aunque me encuentre muy cansada siempre tengo reserva para continuar y estar en activo, cumpliendo con lo que Dios me tiene a signado.

¡Sobretodo cuidar de mi nito!
Bueno hermano, transmite a nuestros padres que hoy tú y yo hemos tenido una conexión espiritual como cada cinco de junio.

¡Día de tu aniversario!

Me gustaría que allá donde reposan vuestras almas, fuese un lugar como este.

Montañas, árboles y caminos, para que vuestras almas respiren aire fresco

y puro.