viernes, 13 de marzo de 2009

Ocho de marzo

Día dedicado a la igualdad entre mujer y hombre. Igualdad en todo: en nómina, en tareas domésticas, etc. Creo que hoy por hoy el trabajo tanto fuera como dentro de casa no tiene distinción, más o menos todos están homologados. ¡Hombre o mujer, da lo mismo! Si la mujer decide ser aviadora, camionera, minera, taxista, política, médico, o profesora nadie le pondrá impedimento.

Lo que ella decida bien decidido será, gracias a la evolución, el mercado laboral cada vez está más moderno, gracias a Dios porque cada día hay más mujeres que tienen cargos de relevante importancia. Cargos que si echamos la vista atrás hace algunas décadas hubiesen sido inimaginables.

Hoy por hoy creo que en este aspecto más o menos la igualdad va avanzando y cada día hay más mujer presente en el mundo laboral y con una buena remuneración. Aunque se diga que aún no estemos al cien por cien, la igualdad entre hombre y mujer cada días está más cerca. Posiblemente donde existen diferencias es entre las mujeres que tienen un trabajo de élite y las mujeres que lo tienen de a pie.

Y dicho esto, hoy quiero enfocar mi reivindicación en favor de la mujer trabajadora. Sí, de esa ama de casa que barre, que friega, que cose, que cuida de la familia y que por problemas económicos también tiene que trabajar fuera de su casa porque si no lo hace difícilmente puede llegar a final de mes.

¿Y qué es lo que pido para estas mujeres? Pido reconocimiento a nivel laboral porque estoy segura que si en el territorio nacional se hace un sondeo encontraríamos amas de casa con méritos suficientes como para que sean nominadas y recibir un premio honorífico.

¡Un premio por tan digna labor!
Así que mi reivindicación es para las mujeres que trabajan tantas horas como las que tien el reloj. ¡¡¡Y nunca han recibido un premio por parte de la administración!!!

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