miércoles, 21 de enero de 2009

El dos mil ocho

Cerró en números rojos. por que si hacemos balance global separando lo bueno de lo malo seguramente la nota saldría en negativo. El dos mil ocho dejó sin vida a más de dos mil ochocientas personas en la carretera y a esta cifra le tenemos que añadir setenta mujeres fallecidas en manos de sus maridos y junto a estos casos algunos niños. Y siguiendo la lista negra en agosto vivimos una catástrofe aérea que difícilmente podremos olvidar. En esta tragedia fallecieron ciento cincuenta y cuatro personas.

En septiembre comenzaron las inundaciones, dejando un panorama desolador en muchos puntos de nuestro país. El dos mil ocho también pasará a la historia por el gran número de parados y su mala economía, hoy día el paro está por las nubes y el fondo monetario por debajo del mosaico. ¡¡Y eso que siempre se ha dicho que años de nieves años de bienes!! En esta ocasión ese dicho no se está cumpliendo, porque tanto año viejo como año nuevo hemos tenido nieve. Así que esto es una metáfora inventada por alguien.

Por otra parte el ambiente político parece un polvorín y en vez de hacer limpieza de los problemas tienen actitudes que aun lo incrementan mucho más. Yo el dos mil lo esperaba con ilusión, pensaba que el siglo veintiuno seria diferente por sus avances y por su igualdad entre los unos y los otros, que los países, sea cual sea, regenerarían fuentes de intercambios, intercambio en ciencia tecnológica y humana.

Hoy ya casi hemos consumido una década del nuevo siglo y las fronteras se han convertido en travesía del infierno. Esto lo comprobamos en nuestras calles. En el mes de junio dos fotógrafos, un catalán y una sevillana, expusieron fotos y su lema era la travesía del infierno. Estas fotos a parte del impacto social que nos trasmitieron también dejaban en tela de juicio sus países y al siglo veintiuno.
¡¡Esta es mi humilde opinión!!

Aparte de la exposición los dos fotógrafos hicieron una charla sobre el tema y la situación de los emigrantes. Estoy de acuerdo que es necesaria la información tanto oída como vista, cómo y en qué condiciones llegan estas personas al destino elegido incluso muchos de ellos esta travesía la pagan con su vida. Creo que también sería interesante que en sus países de origen conozcan la dureza de estas travesías.
¡¡La travesía de la muerte!!

En este momento me viene a la mente una canción de Antonio Machín que dice así: “madrecita del alma querida en mi pecho yo tengo una flor”. Yo cambiaré el estribillo diciendo madrecita del alma en mi pecho yo tengo un dolor, un dolor profundo y extenso por todo mi cuerpo, por lo que ven mis ojos al otro lado del mundo.

¡¡Es por esto que en mi pecho yo tengo un dolor y no una flor!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Valle, he leido parte de tu blog, y me parece muy intimo, muy humano, me alegra que compartas tus vivencias y sentimientos, a veces a través de las palabras de los demás, nos damos cuenta de detalles de nuestra propia vida, sigue así, prometo leerte a menudo, un abrazo
Alberto Pinós

Anónimo dijo...

Querido Alberto.
Te agradezco mucho que hayas leído algunas de las historias de mi blog, sobretodo que te hayan gustado. Esto ha sido una inyección de energía para mí.
Muchas gracias y un fuerte abrazo para todos vosotros.
Valle.