jueves, 10 de julio de 2008

Día ajetreado

Hoy he tenido un día ajetreado. La adrenalina ha corrido por mi cuerpo y la mañana también ha sido muy aprovechada. Después de cumplir con el trabajo doméstico he salido para comprar lo habitual de una casa como por ejemplo el pan.

A continuación fui a visitar los comercios del barrio y las industrias del polígono, esto ha sido conjuntamente con Rosa. Rosa es una compañera de la junta. ¡La junta del barrio en el que vivimos! Estas visitas han sido para pedir una pequeña aportación que por pequeña que sea nos permite continuar con la celebración de la fiesta. La fiesta tradicional de nuestro distrito que la celebramos en agosto. Tárrega está dividida por distritos y dispone de seis asociaciones. El nuestro es el distrito Nord, le sigue el distrito Centre, Carmen, Llevant, Ponent y sud.

Todas las asociaciones disponen de una ayuda económica por parte del ayuntamiento pero sin la ayuda de los comercios y el trabajo desinteresado de las personas que formamos las juntas las fiestas de los barrios serían imposible. ¡De ahí viene el tener que pedir! El pedir es duro pero gratifica, yo me lo paso bien y disfruto porque la mayoría de personas colaboran amablemente y nos dan las gracias y esto a mi me satisface un montón.

La ayuda puede ser en metálico o en especies, esto da igual lo importante es colaborar. Después de terminar con esta labor he recogido a mi nieto de sus actividades veraniegas, y después hemos ido a la panadería a recoger el pan.

Y ya en nuestra casa lo he bañado, hemos comido, he recogido la cocina y a las tres hemos cogido el tren para ir a Lleida. Marc estaba muy emocionado porque es la primera vez que lo coge. ¡La primara vez en Tàrrega! Ya que en Francia sí que lo ha hecho alguna vez. El regreso lo hemos hecho en coche con su madre quien marchó por la mañana por razones de trabajo. Yo pienso que el patrón de los coches aparte de bendecir los vehículos también lo ha hecho con mis fuerzas para que pudiera cumplir con todo.

El resto del día ha terminado preparando la cena de las tres personas que en este momento hay en mi casa, Paulino, Marc y Valle.

En este momento ellos dos están durmiendo y yo estoy aquí delante del ordenador escribiendo esta redacción la que aprovecho para felicitar a todos los Cristofos que se celebra precisamente hoy, día diez de julio. Felicidades y suerte a todos los que hayan cogido el coche, entre ellos mi hija.

¡Precisamente después de dejarnos a Marc y a mi en Tàrrega volvió otra vez a Lleida!

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