El mundo en sus manos

Parece que fue ayer y hoy ya hace dos meses que celebramos las elecciones generales y como era de suponer fueron bastante reñidas. El marcador del porcentaje estadístico subía y bajaba aceleradamente.
Lo que quiere decir que tanto unos como otros estarían preparados para lo que pudiera suceder, hasta bien entrada la noche no estuvo claro el ganador y una vez resuelto el enigma de vencidos y vencedores fue necesario más de un mes para llegar a un acuerdo.

Un acuerdo que por falta de apoyo el gobierno tiene que gobernar en minoría. No se sabe qué será lo mejor si los cuatro años pasados o los presentes. La pasada legislatura aun y teniendo mucho apoyo en muchas cosas tenían las manos atadas.

Ahora se puede decir que puede gobernar en manos libres igual que los móviles de los coches que por ley tienen que ser de manos libres. ¡Por cierto! Este será el título de esta redacción “manos libres”. Y ahora haciendo honor a un poema tendrán que trabajar con puertas medio abiertas para que vallan saliendo grandes y pequeñas cosas.

Pero a pesar de tener manos libres que no confíen demasiado porque les harán falta para aguantar todo lo que en sus manos este. Esperemos que cada uno cumpla debidamente con el cargo que le ha sido asignado. Por cierto, las mujeres ya podemos estar contentas con el progreso que hemos tenido en todos los campos. Estos cuatro años se puede presumir de un gobierno de igualdad; creo que si no estoy equivocada el número de unos y otros queda a la par.

A mi hija y a mí nos impresionó mucho ver a la ministra de defensa al lado de su sucesor pasando revista, fue muy emocionante, pero también creo que en su estado de gestación es mucha tarea para ella. ¡Esta es mi opinión!

En fin que la ministra de defensa y todos sus compañeros, tengan suerte en estos cuatro años de mandato, que sean valiente y que tengan coraje, para estar a la altura de las circunstancias, ya que para contentar a todo un país hay que estar muy bien preparado. Y en este momento me viene a la cabeza que no estaría nada mal que el señor Zapatero fuese señor “orejas” porque le faltaran oídos para oír todo lo que tiene que oír. Sobre todo desde un canal de televisión el cual yo recomiendo no pongan demasiada atención, porque los ánimos terminarían alterados.

¡A mi desde luego me deprimen!