martes, 1 de enero de 2008

Año nuevo.

Querida familia, hoy estrenamos año, hoy llegó el dos mil ocho. La noche loca ya pasó con sus dulces horas y sus amargos momentos. Pienso que hoy el Cielo estará algo más lleno por las locuras de la noche y el mundo triste porque ha perdido un porcentaje de inquilinos.

En nuestra familia gracias a Dios en este momento todos hemos amanecido. Y anoche la última del dos mil siete, Paulino y yo cenamos en casa de mi hermana Concha que por otra parte también es vuestra hija y hermana en la cena éramos once personas: mi hermana, su marido, dos de sus hijas, con sus cónyuges y tres nietos, dos de la Maite y una nieta hija de la Conchi. En total once, más tarde llego otro de los hijos de mi hermana con su mujer y los dos niños del matrimonio, el resto de los hermanos celebraban la noche en compañía de sus amigos.
Y Nuria marcho a Francia junto con su marido y mi nieto para pasar la Navidad con su familia política, esta fue la razón de que Paulino y yo fuimos invitados en casa de mi hermana.

Hoy yo quiero comenzar el año teniendo un diálogo con vosotros, para haceros un resumen de estas fiestas Navideñas. Las que me hacen recordar el pasado, de cuando éramos pequeños que aun ni teniendo una cuarta parte de lo que hoy tenemos para mi fueron los mejores.

Bueno aunque mis pensamientos no tienen fin para con vosotros el diálogo mental si que lo tengo que dejar, pero no antes de deciros algo por separado a cada uno de vosotros y como hoy es el día de los Manolos comenzaré por ti Manolo porque hoy seria tu Santo y digo sería porque creo que es injusto o incorrecto decir tu Santo. ¡Esto seria en presente y para ti el presente no existe!

Bien hermano hoy te contaré algo que me sucedió hace varios años, más o menos diez por aquella época yo fui a una vidente por razones familiares y esta persona entre otras cosas, me dijo que yo tenía un espíritu detrás de mí y que yo le debía de tener una vela siempre encendida porque de lo contrario algún día por falta de luz se podía enfadar, yo le conteste que desde hacia tiempo la vela la tenia encendida, pero que me dijera a qué persona correspondía el espíritu, ya que yo tenía tres personas en la otra vida y me contesto, es el más antiguo de los tres.

Esto fue suficiente para entender que era tu espíritu porque desgraciadamente tú fuiste el primero que marchó. ¡La vela jamás dejará de quemar! Los trescientos sesenta y cinco días da luz a tu alma noche y día y cuando me voy a dormir tengo la seguridad de que mi hermano da luz a mi camino. ¡Feliz Santo, Manolo!

Ahora estoy contigo madre, el pasado mes tuve un sueño, en el sueño estabas tú y me preguntaste si yo vendía lotería, te contesté que sí tú me dijiste he comprado para todos vosotros porque va a tocar, yo no sé hasta qué punto los sueños se cumplen pero en esta ocasión mi sueño se hizo realidad. Ya que uno de tus hijos ha recibido un premio importante y el número que vendí también fue premiado, no con mucha cantidad pero sí lo suficiente para recuperar el importe que pagamos y algo más.

La verdad es que me puse muy contenta, primero porque a partir de ahora creeré en los sueños, segundo porque he sido yo la que ha dado el premio y tercero porque nadie ha perdido el importe de su dinero.
¡Gracias madre! La alegría ha sido colectiva, ya que somos muchas las personas que hemos sido favorecidas.
Hola padre. ¿Qué te puedo decir aparte de que me siento orgullosa de llevar el apellido Macias? Que eres uno de mis mitos, que tu persona era inigualable en todo los conceptos.
Ojalá tanto tú como mi madre estuvieseis aquí para verificar algunas dudas que tengo en mi mente, que más que dudas son cosas que me gustaría demostrar porque yo en mi interior sé que son tal como las tengo dentro porque así las tiene registrada mi cabeza pero no las puede demostrar sin que alguien las verifique.

Yo por suerte si de algo puedo presumir es de memoria y únicamente demostrándolo es cuando los demás creen en mi.

Por estas cosas seria bueno vivir dos veces la vida, ya que con la experiencia que tengo iría dejando por escrito todo lo que por mi vida valla sucediendo. Porque las palabras se las lleva el viento, pero lo escrito siempre se puede demostrar. ¡Que la verdadera verdad no sea adulterada!

Hoy os dejo pero seguro que volveré porque mi mente lo necesitará.
¡Que a vuestras almas no les falte la Paz!

No hay comentarios: