lunes, 24 de diciembre de 2007

El ojo del amanecer

Hola Marc, hoy mis oídos están tristes tristes porque en su interior no suena tu voz. Esta última semana por motivo de tu mal de cuello hemos pasado muchas horas juntos y el nombre de Paulino y el de Valle mil veces lo hemos oídos. ¡Hoy estos dos nombres están revoloteando dentro de ellos!

Y también todo el tiempo estoy recordando el estribillo de tu canción esa que dice. Quisiera ser el ojo del amanecer para que salga el sol y el día brillara, tú no necesitas de esta canción porque no solo es el día el que brilla, sino todo lo de tu alrededor porque tú eres el brillante del Universo.

Ahora soy yo la que cantara a solas esa canción que solemos cantar juntos cuando estas en la bañera. La que dice, "esta noche buena me voy de verbena a la calle nueva, a la calle nueva me voy de parranda donde yo te espero con mi guitarra y allí bailaremos hasta la mañana."

Bueno Marc, esta noche si es noche buena, ya que estamos a veinticuatro de diciembre, lo que ya no es verdad es que yo marche de parranda, primero porque soy mayor, segundo porque nuestros pensamientos están contigo y sin ti lo pasaríamos muy aburrido, ya que tanto Paulino como yo te echamos de menos.

Así que mejor será que nos quedemos en casa ¿Qué te parece la idea, estás de acuerdo?
¡Seguro que si!

Tú pasártelo bien en este maravilloso lugar.
Esperamos que el papa Noel francés haya entendido tu carta y que te traiga todo lo que le has pedido.

¡Te queremos Marc! Con toda la fuerza de nuestro corazón.

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