lunes, 19 de noviembre de 2007

Tu amiga



Hace algún tiempo recibí una carta. Carta de una amiga, de una compañera y de una vecina, tres personas en una. La historia comienza así.
Erase una vez dos personas que cada día solían ir a caminar y en el punto de encuentro había otra persona esperando a su compañara. ¿Esperas a tu amiga?, le pregunte, Si. Seguro qué le habrá pasado algo, porque otras veces me avisa pero hoy no me ha dicho nada. Y así comenzó la historia de una gran amistad. Mi compañera y yo le propusimos que viniese con nosotras, pues por nuestra parte no había inconveniente. Ella acepta, y apartir de ese momento el grupo se convirtió en cuatro, y fue creciendo hasta llegar a nueve. La verdad és que fue una etapa muy agradable, lo pasábamos muy bien. Volvíamos llenas de energías, el trabajo lo hacíamos con más energías y con muchas más ganas, pues levantarse temprano és bueno para el cuerpo.

Bien, este escrito lo hago para manifestarle: a mi amiga, a mi compañera y a mi vecina, la sensación que me produjo recibir su carta. ¡Fue muy emocionante! Y desde este escrito yo te quiero dar las gracias, gracias por tu carta y por tus halagos. Alagos que no merezco, aun que me puse muy contenta por que a nadie le amarga un dulceo.

La carta comienza así. Para mi vecina Valle a la que quiero expresar todo lo que siento hacia ella, hace algún tiempo yo solía ir a caminar y un día me quede esperando a mi compañera la que no me pudo avisar y la suerte o la coincidencia quiso que coincidiera con mi vecina la Valle, ella me digo. ¿Quieres venir con nosotras?
Yo acepté y a partir de ese momento comencé a caminar con ella. Nos contábamos cosas de nuestras vidas y un montón de chistes, nuestra amistad fue aumentando cada vez más. A su lado me siento contenta hacía mucho tiempo que no me reía tanto como ahora, nunca pensé que fuese tan alegre, tan optimista y tan simpática siempre que la necesitas esta hay escuchándote y aconsejándote.

Para mí es una satisfacción haberla conocido. Me considero una persona afortunada porque amistades hay muchas pero amigas pocas. Valle te quiero dar las gracias por ser mi amiga y te pido que me perdones por ser tan pesada a partir de ahora que soy una cuarentona intentaré de no quejarme tanto, aunque me duela todo el cuerpo

Valle te deseo lo mejor, te lo digo de todo corazón, que el día de tu cumpleaños lo pases bien junto a tu familia y que cumplas muchos más, continua como hasta ahora con la misma energía y con la misma salud que tienes en este momento. Te lo desea tu vecina la pesada la que te echa de menos cuando no estás en tu casa. Te queremos como eres no cambies nunca.
Tu amiga Cecilia.

No hay comentarios: