
Con ilusión subí al tren en la estación de Barcelona rumbo a París, un sábado por la noche para conocerte.
Por fin llegó el momento de ver tu cara: una cara redondita, sonrosada y preciosa.
La primera noche que pasé, después de conocerte, en la cama cerré los ojos y tu rostro allí estaba delante de mí. Los abro, los vuelvo a cerrar y tu cara alli continuaba. ¡Nunca más volvió a suceder! Por mucho que lo intentara.
A partir de ese momento hemos vivido muchas cosas, las que te pienso contar, si Dios me da la oportunidad. Un beso muy fuerte por tu cumpleaños tus abuelos.
Paulino y Valle
Por fin llegó el momento de ver tu cara: una cara redondita, sonrosada y preciosa.
La primera noche que pasé, después de conocerte, en la cama cerré los ojos y tu rostro allí estaba delante de mí. Los abro, los vuelvo a cerrar y tu cara alli continuaba. ¡Nunca más volvió a suceder! Por mucho que lo intentara.
A partir de ese momento hemos vivido muchas cosas, las que te pienso contar, si Dios me da la oportunidad. Un beso muy fuerte por tu cumpleaños tus abuelos.
Paulino y Valle
No hay comentarios:
Publicar un comentario