
Al final ese libro se hizo realidad cuyo título es el de “historias de cada día”
¿Y porqué este pequeño cambio?
Pues por qué las historias del blog las comparto, gracias a este medio internauto y las del libro únicamente con aquellas que lo tienen. Así que tengo el gusto de compartir con todos vosotros, algunas de mis primeras historias. Sé que hay seguidores del blog, que tienen el libro. Así pues si hay seguidores que algunos de los escritos les resulta familiar, es que lo ha leído, en historias de cada día. ¡Algunos tiene fecha y título!
Estas son algunas de ellas.
Los pájaros vuelan por el aire, los cisnes nadan en los estanque, en la jungla está todos los animales salvajes. Y en los parques hay de todas clases; los buenos y los malos, los malos, están enjaulados para que no hagan daño a nadie. Los buenos andan sueltos para que todos podamos disfrutar de su belleza y por destacar alguno, diré que el pavo real es precioso, con su cola abierta. ¿Y en el mundo de los humanos? ¿Estamos todos los que tenemos que estar en un lado y en otro? ¡Pregunto!
Mi encina y mi roble.En verano, los árboles dan sombra y te protegen del calor. En invierno lloran porque no pueden calentarte. Mi padre, para mí representaba un roble; mi madre, una encina. Dos árboles fuertes y resistentes. ¡Parecían invencibles! Pero no, esto no es así. Mi roble y mi encina fueron vencidos, únicamente fue necesario que la manecilla del reloj llegase a un punto exacto para que los dos árboles fuertes, resistentes y de buena calidad cayeran en picado, pues no pudieron resistir la pérdida de una de sus cinco ramas. Ahora sólo hay cuatro, las cuales están pendientes de un hilo pues, al perder su tronco, no tienen a dónde agarrarse.
Yo espero que entre todos hagamos algo para recuperar lo que aún se pueda salvar. Pues qué duda cabe de que las cuatro ramas del tronco que aún están vivas tienen que permanecer unidas para que el roble y la encina puedan reposar tranquilos. Que únicamente Dios sea el causante de la separación.