lunes, 1 de septiembre de 2008

La fiesta de mi barrio

El barrio "districte nord". Desde el dos mil siete junto con otras personas soy una colaboradora de la junta. Y desde hace cuatro años, la junta organizan una fiesta popular para amenizar la zona. Las fiestas se suelen celebrar el último fin de semana de agosto y son dos acontecimientos: Havaneras el viernes y cena con baile, chocolatada y juegos de entretenimiento para los niños el sábado.

Este año el 29- y 30- han sido los días elegidos, el viernes en la plaza Rafael de Casanova, los habitantes del barrio y parte de la ciudadanía del pueblo fuimos gratamente deleitados con un buen grupo de havaneras, ron cremat y cava para todos los asistentes.

Por suerte esto fue posible bajo una agradable noche. La participación fue unánime como también las felicitaciones a los miembros de la junta por la buena organización. Yo hago un agradecimiento recíproco por la participación, sin ella no existirían las fiestas.

Al terminar la música el equipo lo recogió todo y marchamos a descansar porque al día siguiente había que continuar. ¡Esta parte es de más envergadura! Para esto hace falta un día y una buena parte de la noche.

La fiesta del sábado se celebró en la plaza de Europa. Más o menos a las ocho de la mañana comenzo la preparación, en este caso se cumplió ese dicho tan antiguo que dice "la unión hace la fuerza". ¡Esto se cumple en nuestro equipo! Y cuando esto sucede todo sale bien.

Bueno, por la mañana hubo que dejar la plaza limpia y bonita: se barre, se adorna con luces, con banderetas, con farolillos y se instalan los elementos obligados para una fiesta. Como por ejemplo el entarimado para la orquesta, las neveras de las bebidas, las mesas, las sillas etc.
Ya por la tarde a las cinco y media los niños pueden disfrutar de un buen rato de juego, en esta ocasión con un parque inflable y coca con chocolate para todos los niños y mayores. Después de esta parte entramos en la segunda. ¡Hay que preparar la parte de la cena la que fue entre nueve y diez de la noche. Y para que la cena fuese amena y entretenida, un acordeonista fue tocando una buena música alrededor de las mesas así el ambiente fue mucho más agradable y ameno.
Terminada la cena comenzó la sección del baile y en el intermedio se sortearon los obsequios de los establecimientos colaboradores y a todas las personas que cenaron en la fiesta se les entregaron unas tiras con números gratuitamente cuando recogimos el tiquet de la comida.

En esta ocasión veintiuna personas tuvieron la satisfacción de recibir un premio. Tanto el viernes como el sábado han sido noches estupendas, en temperatura y en comportamiento de ciudadanía, todo fue muy bien gracias a Dios.

Hoy estamos algo cansados pero no importa porque las cosas que se hacen con agrado no cansan, lo más importante para el equipo es que todo salga bien y que nuestro trabajo siga adelante aunque para esto sin la colaboración de otras personas no sería posible, por nuestra parte no hay problema ya que lo encontramos interesante aparte de necesario.

¡Hay que conservar la fiesta!

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