Hola vuelvo a estar delante de mi ordenador, el que se ha convertido en una pieza importante para mí. El seis de septiembre dejé pendiente una segunda parte de mi último escrito en historias compartidas. En él prometí que a la vuelta explicaría las peripecias de Marc y como fue la semana de relax, hoy ha llegado ese momento. Hay un refrán que dice: "el hombre propone y Dios dispone" ¡Esto fue lo que pasó, nosotros propusimos y Dios fue quien dispuso! Nuestra intención era pasar una semana relajada y tranquila, tranquila, complacer a Marc en todo, o en casi todo porque no siempre se pueden cumplir las complacencias. Pero lamento decir que no todo fue como propusimos.
Pues en cualquier momento pueden salir impedimentos y en este caso el impedimento fue por culpa de la salud, la salud de Paulino y la mía. ¡Cuando esto se te pone de por medio todos tus planes cambian! Así que la semana de descanso y relax se convirtió en una semana turbulenta, pero cuando las cosas las podemos explicar al final carecen de importancia y sólo nos queda dar las gracias de lo que pudo ser y no fue.
De lo sucedido únicamente diré que el miércoles por problemas de salud tuve que ir al Cap de Cambrils y el viernes Paulino al de Salou, aunque el problema de Paulino fue mucho más aparatoso, porque él desde Salou fue trasladado en ambulancia a Tarragona. Pero como he dicho antes siempre hay que dar gracias a nuestra divina providencia y a nuestro querido Dios y son dos razones las que tengo, una que fue a nosotros. ¡No a mi nieto! La otra que estamos aquí los dos contando lo sucedido.
¡Eso sí, no hay que bajar la guardia! Porque con cierta edad la salud se tiene que cuidar.
Yo de regreso a casa pensaba y me decía a mi misma que suerte hemos tenido volvemos a casa tal como estaba previsto. El mismo día, la misma hora y las mismas personas que el sábado anterior salieron de sus casas ajenos a lo sucedido, pidiendo que el ir y el volver a casa fuese bien.
Pero en ningún momento piensas que durante la estancia en el lugar elegido pueda pasar algo anormal, algo que no este relacionado con todas las cosas que has planificado: salir a pasear, desplazarte a otros lugares, coger el trenecito, el barco, el tren ferroviario, el autobús etc.
Estos eran nuestros pensamientos en cuanto a la ciudad, nunca se nos pasó por la cabeza nada que estuviese relacionado con lo negativo, esto lo relacionamos con la carretera, precisamente aquí fue donde tuvimos suerte porque tanto la ida como la vuelta fue bien. Creo que sería interesante volver en cualquier momento para complementar las cosas que quedaron pendientes. Y si no puede ser este año será otro. Aunque todo no fue negativo porque algo bueno sí que hubo.
¡Y como la vida continua lo seguiremos intentando!
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