domingo, 27 de julio de 2008

Boda de Manolo y Nuria

Ayer toda la familia estuvimos de boda: Paulino, Núria, Chistophe, Marc y una servidora. Antes que comenzara la ceremonia el novio obsequió con un abanico a todos los invitados a hombres y a mujeres. Tal como íbamos llegando antes de entrar en la iglesia recojíamos el apreciado obsequio. ¡Un detalle que todos agradecimos, ya que el termómetro estaba al rojo vivo.
La fiesta religiosa fue en la Ermita de San Eloy y un fallo técnico privó a la novia y a los invitados de que disfrutáramos de la emoción de la marcha nupcial así que cuando la novia entró en la iglesia lo hizo en silencio y bajo las miradas de los invitados. Para el sacerdote este percance fue algo inusual y no hace falta decir que lo pasó muy mal. ¡Fue un momento tenso de muchos nervios para él! Pues no sólo falló la música si no que también falló el micro y la parte de si quiero y yo te recibo también quedaron en el aire.

Así que el pobre sacerdote lo pasó fatal, él mismo lo puso de manifiesto cuando terminó la misa. En cambio los novios, los familiares y todos los asistentes al casamiento lo consideramos como algo anecdótico y también gracioso, algo para contar el día de mañana.

Cuando terminó la ceremonia religiosa comienza la sesión de fotos. ¡Por cierto! Esta parte estuvo muy organizada, primero la foto de todo el grupo, los novios, los familiares y los amigos, los mayores y los jóvenes. A continuación los novios con los grupos individuales y cada grupo tenía un número, nosotros teníamos el número once. ¡Según el grado familiar el número era más arriba o más abajo.

La sesión de fotos fue larga porque éramos un buen grupo de invitados. Cuando terminó la sesión de fotos, cada familia cogió su coche y para el restaurante donde nos esperaba el aperitivo, un aperitivo que podría pasar por la comida ya que hay una enorme cantidad. Y entre que es tarde y las ganas que tenemos, cuando llegan los novios está casi todo devorado.

Aunque sabemos que después del aperitivo aún nos queda la comida, que por muy buena que esta sea siempre dejas una buena parte en el plato, porque tu estómago ya lo tienes lleno. Pero las normas son las normas y no se puede prescindir de ninguna de las dos cosas. ¡Tanto una como la otra son importantes!

Después del pastel comienza la parte divertida de la fiesta, las bromas y los regalos. ¡Bromas para los novios! Regalos para la familia y para los amigos, por parte de la pareja. Un ramo de flores para las madres, otro para las abuelas, un estuche de vino para los padres y otro para los abuelos. A continuación fueron los amigos los sorprendidos.


¡Yo desconocía este sistema! Lo considero bonito, emotivo y gratificante. Fue la parte emocional que faltaba en esta fiesta ya que en la iglesia una mala jugada nos privó de ella. Me refiero a la marcha nupcial.

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