Un corazón no es viejo: es adulto y sufre, sufre por todo lo de su alrededor. Es el órgano más dañado de nuestro cuerpo, recibe demasiada negatividad y la mayoría de las veces es manipulado por el resto de los sentimientos vitales.
¡Comenzando por la ira!
Este sentimiento siempre está a flor de piel haciendo que tu propio corazón sufre, aún y sabiendo que es lo único que te mantiene vivo. Al final, cansado por la insistencia, él también decide abandonar.
¡Comenzando por la ira!
Este sentimiento siempre está a flor de piel haciendo que tu propio corazón sufre, aún y sabiendo que es lo único que te mantiene vivo. Al final, cansado por la insistencia, él también decide abandonar.
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