domingo, 16 de marzo de 2008

Domingo de Ramos

Hoy he ido a misa con mi amiga Mercedes. Dos razones son las que me han hecho ir:Una el Domingo de Ramos; la otra, porque la misa la dedican a los difuntos de la semana. Y entre ellos, un vecino mio a quien quería resale un padre nuestro y tambien acompañar a su familia.

La iglesia estaba llena: en este día los feligreses son especiales, la mayoría son niños con sus padres que les han llevado a bendecir la palma. Los niños, la palma y los mayores, un ramo hecho con ramas de olivo, de laurel y romero.

La misa, a parte de emotiva, también ha sido muy divertida: Han reunido a los niños con sus madres y han sido trasladados a la Capilla de los Dolores y han pasado unas diapositivas para tenerles entretenidos y explicarles el significado de lo que representa el Domingo de Ramos y la Cuaresma.

Pero creo que el remedio a sido peor que la enfermedad, ya que el alboroto de todos juntos ha sido espectacular. Incluso los mayores hemos sonreído con su espontaneidad. Yo he tenido la impresión de estar en un parque infantil, lleno de niños haciendo homenaje a la primavera, con su vestuario primaveral.

También había madres con sus bebes, en su cochecito y algunos de ellos tomando el biberón. A otros, les dormían sus padres y sus abuelas les hacían carantoñas para distraerlos. La misa la han oficiado dos sacerdotes y les han ayudado dos chicas: Núria y María.
Yo estaba muy emocionada. Incluso he llorado todo el tiempo, porque me acordaba de mi nieto y de su madre, de cuando era pequeña y yo siempre le llevaba a bendecir la palma. A mi, a parte de gustarme esta tradición, también disfruto mucho con ella ¡Es un bonito día! Sobretodo para los niños.
Aunque la mayoría de los padres hagan un esfuerzo económico., la tradición es la tradición y el Domingo de Ramos cada niño tiene que bendecir su palma y estrenar su traje.
Como he dicho antes, he llorado y mi amiga no entendía el porque de mis lágrimas. Creo que únicamente lo puede entender la persona que lo vive. ¡Lo mismo me pasa con la música!
Al salir de misa, Mercedes y yo hemos ido a tomar un refresco. Ella me ha invitado para ir a su casa y yo le he dicho que no podía porque mi hija, su marido y mi nieto vienen a comer a casa.
La comida ha sido rápida: rápida en tiempo, no en cuanto a la comida, que más bien ha sido algo pesada. ¡Ya se sabe, los domingos las comidas suelen ser extra!

Después de comer he visto la película de los Diez Mandamientos y otra vez he llorado, aun más que en la iglesia: Durante la misa me sentía muy incomoda, incluso sentía vergüenza, por lo que pudieran pensar las personas que había en mi entorno. Pero las emociones son las emociones y no se pueden remediar.

Esta historia la he ido escribiendo en los intermedios de la película, mi intención era descansar estos días de Semana Santa: mientras miraba la película, mi cabeza se puso a trabajar y me dije a mi misma: ¿Valle porqué no haces un relato de todo lo que has visto durante la misa de este Domingo de Ramos?
Así que entre descanso y descanso, he ido escribiendo lo que mi memoria iba recordando.

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