Yo me pasaba horas y horas
mirando como comia y como nadaba
mi Nada
que a pesar de ser Nada mi pez nadaba.
Pero un día cuando fui a ponerle de comer descubrí
que mi Nada
ya no nadaba,
porque entristeció y el pobre Nada murió.
Y
yo me quede “sin nada”.
Y sin mi Nada.
Y sin mi Nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario